La experiencia en la pirámide fue mágica, aunque el desayuno no incluía café, lo cual fue una decepción. tuvimos la suerte de ver auroras boreales. Sin embargo, el acceso a actividades como el esquí puede ser complicado para algunos.

Cabañas de cristal bajo estrellas

La experiencia de dormir en una pirámide de cristal fue mágica. Nos despertamos con la luz de las auroras boreales brillando justo sobre nosotros. La atención del personal fue sobresaliente. nos hicieron sentir como en casa.

El desayuno, aunque delicioso, no incluía café gratuito, lo que fue un inconveniente. Además, el acceso a algunas actividades exteriores puede ser un poco complicado durante las nevadas.

Increíbles oportunidades para ver auroras boreales.

La falta de información precisa sobre el restaurante fue frustrante. No había buena comunicación sobre las opciones de cena, lo que nos obligó a buscar alternativas fuera del hotel. Además, el desayuno era bastante limitado y hubo que pagar extra por el café, lo que resultó incómodo.

El iglú de cristal fue súper acogedor, me encantó estar bajo el cielo estrellado. Tenía calefacción que funcionaba a la perfección y un diseño muy bonito. La cama era cómoda, y a pesar del frío afuera, dentro se estaba genial. Además, la vista para ver las auroras es increíble. Pero, como detalle, a veces me sentí un poco limitado por la niebla que acumulaba en los laterales.